viernes, 13 de enero de 2012

El misterio del Hotel Edén

El misterio del Hotel Edén

En La Falda, fantasmas nazis sobrevuelan el Edén

Un documento del FBI fechado cuatro meses después del suicidio de Hitler alertaba sobre la posibilidad de que el Führer huyera con destino al hotel de sus amigos, el Edén, en Córdoba.
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El hotel Edén hoy. Durante la guerra sus dueños -amigos de Hitler- recaudaban dinero para el nazismo.

Sesenta años después de la capitulación del Tercer Reich, firmada el 8 de mayo de 1945, el Hotel Edén de La Falda, uno de los más acabados íconos hitlerianos de Córdoba, espera una licitación milagrosa que lo salve de una vez del abandono en que se encuentra.

Ruinoso y desde hace años a punto de derrumbarse, sus viejas paredes a medio empapelar encierran el prólogo a la historia negra de los nazis llegados a la Argentina al amparo del primer gobierno peronista.

Sus propietarios durante la guerra, Walter e Ida Eichhorn, habían sido amigos personales de Adolf Hitler y algunos de sus oficiales de estado mayor, y el 17 de setiembre de 1945 el FBI norteamericano llamaría la atención sobre la pareja y su hotel: "Si el Führer tuviera en algún momento dificultades, él podría encontrar un refugio en La Falda, donde ya se han hecho los preparativos necesarios".

El documento está fechado cuatro meses y diez días después de que Hitler se suicidara en el búnker de la Cancillería, en Berlín, y forma parte de una serie en la que el FBI investigó la supuesta huida del jefe nazi hacia la Argentina, una hipótesis que resultaría disparatada.

Las actividades paranormales son tan frecuentes en el Edén Hotel que la empresa de restauración para el hotel se ha quejado que asustan a trabajadores a la muerte para terminar el trabajo de restauración.
El hotel en realidad tiene una sección que sirve como el tipo de un hospital Se dice que una hija del doctor residente, que murió de tuberculosis, contrata a pequeños niños que visitan el viejo hotel.
Los padres relatan la vista de su juego de niños y comunicación con un espacio vacío. Figuras de la sombra han sido relatadas por múltiple personal de hotel y vigilantes corrientes. El comedor, como se dice, todavía abriga los ruidos de conversación de la gente. Finalmente, los gritos de un bebé que murió de hipotermia siguieron siendo oídos.